Desde hace
un tiempo se ha venido cambiando la forma como dirigimos el trabajo en nuestra
empresa u organización. Esa estructura jerárquica tradicional debe quedar en el
pasado, ya que no nos da la seguridad de lograr un trabajo con los parámetros
de calidad esperados, a tiempo, dentro de los costos estipulados y sin falla
alguna. El trabajo tradicional no estimula la iniciativa e innovación que se
necesita hoy en día. Según Tom Peters, gurú en materia de gerencia y autor de
libros de gran éxito, no funcionará nada que sea inferior a un cambio radical
en las organizaciones y que las lleve a adquirir una orientación horizontal
basada en proyectos: “La nueva forma de concebir la manera de hacer negocios
hará que las personas trabajen rutinariamente, cruzando las barreras
funcionales. Hacer carrera se convertirá en la realización de una serie de
proyectos”.
Debemos concentramos en las más altas normas
de calidad, con un trabajo más rápido y controlando los costos, solo así
podemos mantener una ventaja competitiva. Pero esto solamente pueden hacerlo
personas capaces de utilizar su mente y entusiasmo, que tengan confianza en sí
mismo, y puedan organizarse en equipos de proyectos.
Además de
esto, miles de empresas han encontrado que de esta manera, se puede infundir el
espíritu empresarial en toda la organización. Ya que hay un mejoramiento
constante a través de la experimentación y por medio de los conocimientos de
los trabajadores se puede lograr una mejor organización.
“Hoy más
que nunca los gerentes exitosos son los gerentes de proyectos”
Dirigir
exitosamente los proyectos es el campo de capacitación de los gerentes hoy en día.
Hay muchos requisitos, entre estos está el ser efectivo trabajando por medio de
funciones y disciplinas, lograr orientar la atención del equipo hacia un
objetivo común y estar capacitado para lograr un equilibrio entre planificación
y flexibilidad.
¿Cómo convertirse
en un efectivo gerente de proyectos?
Debemos comenzar por vernos como directores o líderes de proyectos y no como unos gerentes
tradicionales (esos jefes que solo saben dar órdenes). Por lo que es necesario
tener una visión creativa del trabajo, todo esto orientado al proyecto de la
siguiente manera:
-
Un enfoque único, de una sola vez..
-
Un resultado final específico.
-
Un comienzo y un final.
-
Un cronograma para llevarlo a cabo.
-
Recursos limitados.
-
Una secuencia de actividad es interdependientes.
-
Un determinado usuario (cliente) de los resultados.
Actualmente los líderes exitosos son los que hacen que las cosas sucedan.
Su producto y sus resultados están dentro de todas las restricciones de la
gestión de proyectos. ¿Cuál es el secreto de su éxito?
Estos
líderes exitosos lo son, porque se toman su tiempo para planificar junto con el
equipo y manejar y gestionar de forma correcta dicho plan. Generalmente las
personas tratan de llevar a cabo un proyecto si un plan. Se atienen al
pensamiento de “por el camino se arreglan las cargas”. Los gerentes efectivos de proyectos y de
contingentes de trabajo aprecian la necesidad de ir despacio en un comienzo
para luego acelerar el ritmo. Puesto que ningún proyecto se sigue ciento por
ciento según lo planeado, ir lentamente en un comienzo les permite formarse una
idea mejor sobre qué hacer cuando las cosas no salen como deberían salir. Una
buena planificación conlleva problemas menores durante su ejecución, lo que facilita
“acelerar más tarde”.
Los líderes efectivos
de proyectos comprometen a un numeroso grupo de personas en el proceso de
planeamiento Hacen muchas preguntas como: “¿Qué ocurrirá si pasa esto?” y “¿Qué
podría ir mal?”; se anticipan a los problemas ya los conflictos y toman las
medidas necesarias para lograr que todos actúen de común acuerdo. Desarrollan
en la gente un gran sentido de compromiso: se aseguran de que los grupos de todas
las funciones y todos los niveles organizacionales implicados en la realización
del plan del proyecto se sientan “comprometidos”, mantienen a la gente
informada y responsabilizada pidiéndole aportes y sugerencias.
Los líderes efectivos
de proyectos saben también cuándo dejar de planear y pasar a la acción. Han
desarrollado un sentido de cuándo la fase de planeación ha agotado las
preguntas “¿qué pasa si...?". Saben cómo encontrar un terreno común
permitiendo que los participantes en el proyecto trabajen y superen los
inevitables desacuerdos.
Los líderes
de proyectos y contingentes de trabajo efectivos emplean su poder para dirigir
el proyecto hasta su ejecución. Saben cómo desarrollar su credibilidad ante las
personas a las que deben su apoyo y son capaces de liberar las energías
creativas de éstas.
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